Todas o la mayoría de constituciones en el mundo proclaman la igualdad de todos sus ciudadanos, el estado se alza como garante de que todos y cada uno de sus ciudadanos gocemos de igualdad de derechos, que a todos se nos garantizan las oportunidades para poder alcanzar nuestros objetivos y realizarnos como personas, muchas veces esto es solo una utopía. En tiempos recientes en muchos países alrededor del mundo se esta debatiendo; en algunos casos con éxito, como en España, Holanda, Bélgica, Canadá, o mas recientemente en Uruguay en otros con menos fortuna, como en el estado de California, donde la ley de matrimonios igualitarios después de algunos meses fue anulada.
Actualmente Francia esta debatiendo si dejar o no dejar que los homosexuales puedan casarse, esta era una promesa de la campaña electoral del presidente Hollande, que ha decidido llevar adelante, muchos como mi compañero argumentan que no era el momento, que hay problemas mas urgentes que afrontar como la crisis económica que esta atravesando la unión Europea y que parece que no ve aun la luz al final del túnel. Muchos franceses están saliendo a manifestar contra la ley que reconocería los derechos de las parejas homosexuales, muchos se dicen de acuerdo con esta ley, pero esta ley no debe permitir la adopción de niños (este es un tema que tocare en otro post), en una manifestación a favor de los derechos un participante decía: «la calle esta para defender los derechos ganados, no para negar los derechos a otros conciudadanos». Asi Francia, el país de la «Libertè, Egalitè e Fraternitè» muestra su lado menos tolerante, con marchas contra la reforma de la ley sobre los matrimonios, que dicho sea de paso no han minado las familias en otros países donde esta ley existe ya, la libertad, igualdad y fraternidad parece una bella utopía y nada mas, para una buena parte de los franceses.
En América Latina soplan vientos esperanzadores en este aspecto, Argentina, ciudad de México, Uruguay han ya dado el grande paso, leí que comienzan ha formarse ideas en Colombia, Brasil, Chile. Perú y Venezuela en este aspecto quedan en la cola de este movimiento, pues no solo no consideran el problema, mas parece que piensan que el problema no existe, un poco como en Italia. Los derechos sociales se ganan poco a poco y son el producto del bienestar económico, Cuando los Franceses acuñaron la frase que representa a su país, vivían otra situación y seguro que no pensaron en los derechos de los gays, mas en el hecho de que todos los ciudadanos debían ser iguales, campesinos, obreros y aristócratas, que nadie debía ser lacayo de nadie, que todos tenían el derecho de recibir las mismas oportunidades de trabajo, de educación y todo bajo una misma bandera como hermanos, hijos de una grande nación. Los tiempos ahora han cambiado y las necesidades de los homosexuales también son reales, pues todos deberíamos ser iguales ante la ley!